El actual entorno económico y empresarial no nos permite ni la más mínima relajación dentro del ámbito comercial.
La competitividad de empresas y marcas ha conseguido una batalla entre todos teniendo que ofrecer siempre elementos diferenciadores.
Con la implantación del comercio electrónico la empresa tradicional no solo tiene que enfrentarse a nuevos competidores, sino a una filosofía comercial totalmente diferente de la suya.
Estas empresas cuentan con desventajas añadidas en lo que a competitividad se refiere frente a las que operan offline. Las páginas e-commerce cuentan con usuarios potencialmente infieles, puesto que cambiar entre una tienda y otra lo pueden hacer con tan solo hacer clic en otro enlace.
Por lo tanto, ¿Cómo evitar la fuga de clientes?
La preocupación de la empresa actual pasa por tratar de conservar a los clientes que ya tiene y no lanzarse a captar nuevos. La captación resulta hasta 10 veces más caro que la retención, pero ésta requiere de la puesta en marcha de un plan de fidelización.
La tendencia en internet es la deslealtad ya que existe una gran variedad de posibilidades para elegir y se pueden comparar precios es muy pocos segundos. Por tanto, resultaría interesante que analizáramos cuáles son las claves que consiguen que un programa de fidelización funcione.
Lo primero, y quizás más importante, es definir qué espera recibir el cliente a cambio de su fidelidad. Para ello tendremos que conocer su perfil, saber cuáles son sus gustos y sus preferencias. Si el premio o regalo no le resulta atractivo, difícilmente conseguiremos llamar su atención.
La comunicación es también un elemento esencial para alcanzar el éxito. El cliente siempre debe estar informado, así eliminaremos toda sensación de incertidumbre y evitaremos que se desenganche del programa. Debe saber cuánto le falta para conseguir su regalo, qué avances o novedades se producen y poder resolver de manera inmediata cualquier duda que le surja.
La capacidad de cambio e innovación aportarán un elemento lúdico y especialmente atractivo a toda persona suscrita a un programa de fidelización. El recibir promociones, ofertas especiales, sorteos, juegos o cualquier otro aliciente que rompa con la rutina, hará que nuestro cliente no se aburra ni se desmotive a medida que pasa el tiempo.
Por último, pero no menos importante, una buena gestión. Cuando un cliente quiere obtener su regalo, quiere hacerlo de forma inmediata. Tenemos que tener en cuenta que en su momento le dijimos que confiara en nosotros y que cuando él ya tiene acceso a un premio es que nos ha demostrado de manera sobrada que lo hizo. Es precisamente en este momento cuando tenemos que demostrarle que su confianza estaba justificada. Si tiene cualquier problema en este proceso de gestión, nunca más acudirá a nuestra empresa y conseguirá que no acudan muchas de las personas de su entorno.
En un mercado en el que se ofrece cada día mayor cantidad de productos y soluciones a los consumidores, es importante que se agregue valor a la oferta de la compañía a través de una estrategia (tanto de servicio como de producción) más personalizada que represente un plus para el consumidor y le haga elegir nuestra marca sobre la competidora.
El valor más importante para una empresa son sus clientes y, por ello, debemos tratar de retenerlos. La fórmula IDIP es una metodología útil para implementar un programa de fidelización de los clientes y está compuesto por cuatro elementos:
Se trata de obtener información de los clientes e identificar sus diferencias. Alguna de las tareas que podemos realizar en esta etapa:
– Recolectar y alimentar en la base de datos existente la información de los clientes.
– Recolectar información adicional sobre los clientes.
– Verificar y actualizar la información de los clientes y borrar a los individuos que han abandonado a la empresa.
Con la información disponible de los clientes, se identifican diferentes categorías desde dos perspectivas: valor del cliente para la organización y necesidades específicas de cada uno. Así mismo, se elaboran estrategias para brindarle un trato diferente a cada uno.
Se ejecutan las estrategias para interactuar con los clientes de forma consistente. Podemos:
– Llamar a cada una de tus clientes más valiosos.
– Utilizar las llamadas que entran en tu empresa como oportunidades de venta. – Fomentar el diálogo con los clientes valiosos.
– Mejorar el manejo de las quejas.
– Monitorear el tiempo de respuesta del centro de información de clientes.
Se adaptan las actividades que así lo requieran para cumplir con las necesidades de los clientes, para ello:
– Diseñar ofertas relevantes para cada cliente.
– Preguntar a tus clientes cómo quieren que te comuniques con ellos.
– Descubrir qué es lo que los clientes quieren.
– Preguntar a tus mejores diez clientes qué podrías hacer para mejorar tu producto o servicio. Mejorar las relaciones de cliente con la administración general.
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